domingo, 17 de mayo de 2015

EL BILLETE





El hombre serpenteaba los autos de la avenida con su silla de ruedas. El muñón sosteniendo una estampita me asaltó la cara. Rechacé la oferta y deslicé un billete en su mano sana. A la mañana siguiente el periódico: “Manco en silla de ruedas atropellado en la avenida. Curiosamente, no pudieron arrancarle de la mano sana, un estrujado billete que apretaba con fuerza”.

Me pregunto si no le habré clavado un billete en el alma y el tráfico hizo el resto.

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